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Reminiscencias de todavía

Nunca hoy

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SIN TI...tulo

El silencio es el único amigo que tengo y que mira atentamente lo que escribo. Ahora las palabras emanantes de mi interior salen gimiendo por su severa tristeza; pues me encuentro compungido, muy desalentado. No me apetece nada ni quiero dejar de escribir solo sigo gimiendo mi sufrimiento. Este estado emocional es el consecuente de un desencuentro matutino que tuve con la canícula de otros días, porque, al menos, no es de hoy. Antes de estar aquí, sufriendo junto al silencio, me interrogaba, acuciosamente, acerca de por qué no la vi, por qué hago de esta banalidad pasada una pena mayúscula. Entonces realizó una retrospectiva y halló a la expectativa como la dinamita que explota mi desquilibrio emocional. Porque yo esperaba con gran avidez este día por la mañana y una hora pactada. De ahí que si mis ansias tienen por objeto algo inexistente, o extravíado, desencadene la tirria de hace pocas horas.
Ha pasado cierto tiempo, y las heridas que ha causado el desencuentro están dejando de sangrar. Siento vacío todo mi interior; solo permanezco silente pensando, no olvidando. Seguiré sin ella; no sé por cuanto tiempo, lo que sí sé es que ahora pretendo aislarme de todos con este silencio que me persigue, que solo le habla a mi conciencia y está provisto del frío más invernal. Regresan aquellos días lejanos de invierno en las cuales yo no poseía ardor alguno. Tales días congelaban mis sentimientos hacía las demás personas; las presentaban ajenas, impropias. Sé que ella no ha querido este suceso desafortunado para ambos; pero, sucedió, y la responsabilidad señala como su antecedente a uno de los dos. Yo no me condono de ninguna culpa: posiblemente, la tenga.
Ya el silencio se inicia su aburrimiento y me comunica su retirada. Mi conciencia lo sabe y abre la puerta de mi cuarto para seguir con este día. Aunque las lágrimas no fluyan tengo que dejar...

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