Me quedo ciego al querer verte
y la hace despiadada.
No puedo resolver tu ausencia, tu calor,
tu desprecio; decadente disparidad.
Tú, la misma de siempre, coloreabas cada edad de mi existencia.
¿Ya no seguirás aquí verdad?
Abandonarás como a muchos
o como a pocos.
La desdicha ha sido encomendada
por ti, no tenías mayor piedad.
Me siento quebradizo; no tengo como verte
Será porque nunca te vi
jamás, realmente, te sentí
Nunca te aproveche con el rigor adecuado
deje que el tiempo oxidara mi felicidad
Ahora murmullas a mi oído, aún no puedo verte,
dices que me dejarás a tu amiga la muerte
Y yo, como muchos, pensaba que era tu enemiga.
La oscuridad me anega, el frío calcina mis entrañas,
mis pensamientos se diluyen en un momento.
La estela que dejas es tu amiga, la muerte
¿no es cierto?
Mal, tal vez como puedan pensar, son cosas de la vida
Sí, son tus cosas indolente, ingrata.
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