Alguien escribiéndome
Andaba entre lluvias y garúas, unos días seguidos, sin uno que salga perdido. Tenía varias causas dando vueltas, escribiéndose en un montón de interrogantes y exclamaciones. Afecciones, perversiones y más puñados de estados. Las zapatillas mojadas, los pies rastrillos recogiendo mi peso para llevarlo adelante, mi cuello corriendo para alcanzar mi cabeza; mi cabeza insegura tambaleaba sobre un piso minado de dudas y seguían escribiéndose. Sabiase que algo estaba dentro: no ha muerto. Y no está tieso. Queda un resto moviéndose, hallándome entre la penumbra y un eco partido de la calle. Y sé qué puede ser. Mientras yo creo que ser alguien, otro alguien piensa que escribe otro alguien; mientras él que se dice alguien escribe alguien.
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