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Reminiscencias de todavía

Nunca hoy

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Entra entre mis cuerdas

Nació muerto Borges
cuando
el mundo me hallo vivo

sexto mes contado desde la clavícula del año
Se ha recorrido ajeno tiempo desde ese suceso
entre los cinco meses que separaron el nacimiento y el entierro
pero, ahora sigo fijo, como me hubiese enseñado de niño
las páginas maestras de sus ficciones,
a un estío distante de aquí
un muladar blanquecino del que se escucha una sordina
un cúmulo de gente alegre
que hace de orquesta en abanicadas posiciones
ahí está la hetaira
entre las colinas parvas de la senda asada
recuerda: es verano
los músicos no descansan, se detienen y hacen andar sus instrumentos por la calzada melodiosa del canto de la hetaira
La viola viola la fa menor de la pieza vientruda a la salida de un trombón


Emma Zunz, has de cuenta que estás en Buenos Aires
Después de que asesinaste con tus piernas oblongas a la puta que te dio la vida
Confundete con la hetaira, que muere en el Abril de tu entierro
y acaricia el violonchelo con la anchura de tus dardos, esos diez dedos que tienes envenenados
Escucha como es asesinado tu canto con ese grito desfallecido de ese violín
perpetra el umbral del silencio
lo penetra
lo calcina
arremete con el filo esgrima
De pronto, finges estar ciega
Despiertas en un mausoleo
No sabes si es Argentina
pero en ti está el lamento
de tu verdadero viejo
ese que no es recordado hace algún tiempo
Al que vengaste hace otro tiempo

Tus labios resecos encierran el desierto de tu habla
solo manas desprecio con tu silencio
como esa antigua noche
en el usurpado arrabal
Cayo muerto en el vacío grave la altisonante viola
El coro grita el colofón ciego que nunca estuvo en tus páginas
Es cuando empiezo a seguir el ritmo del concierto
con mi aguda pluma
toco cada letra con el acierto del piano
a pausados pasan por estridentes estas estrofas
como lamento que tu viejo no este en esta orquesta con el diapasón de sus cuentos
Me miraste de reojo
por las cuerdas transparentes de mis versos
me enseñas tu sonrisa
Cuando recuerdo a ese escritor y traigo a esa dama
asesina en mi cama...

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