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Reminiscencias de todavía

Nunca hoy

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Laurita en el sexto sexo

La repetición de una cinta magnética. Pasa la piel movediza por otra temblorosa. Boquiabiertos las fauces ocultan la penumbra pero todo es rápido. Prende una luz intensa los cuerpos en oferta en una vitrina barata. La cocaína en el fin de las espaldas y los jadeos penetrantes y los hondos en sus caídas. No miren a la cámara. Hagan el mejor gesto. Acá un close-up. Un palmo contra la pared suena el brote de las nalgas. No se miren, muévanse y jadeen cogiéndose el pelo, una mano por donde sea. Un segundo plando acá. La dulce historia de dos protagonistas al caer la noche sin nadie más, a solas, a escondidas. Están solos. Hagan de cuenta que se han muerto todos. Olvídense de todo el staff. Aquí hay vaselina, otro poco de bloqueador. La luz que pende del techo no se prende en el silencio creado tras las cortinas. ¡Utililería! ¡Se han volado los fusibles de luz, ineptos! Muevan la siete ahí. Primero tú arriba y luego la penumbra tiene que ocultarse allá. Que dé un poco la impresión de que la piel se mueva, ¿sí? Tiembla en lisa humedad. Mojala acá con la manguera. El tiempo parece eterno. Todo en viente minutos. Pero sí, en la edición como dos horas. El trepanar placentero de dos heridas cubiertas de las primeras sombras. Hazlo como si pegarás un tambor, así, ¿ves? El movimiento acompasado del subibaja mortal al frente de otro, bestia mira, así, moviéndote de este lado a otro. La silla atrapada por piernas parada en medio del suelo. Uno le aplasta. La otra le estorba. El clímax, el goce más grande de los tiempos. ¡Corten! ¡Maquillaje! Ha salido espléndido. Gracias a ustedes el filme va a revolucionar la pornografía.

  1. Blogger Paolo | 7:38 p. m. |  

    abrelo despacio o a tirones, como los niños, eso depende de tí, pero cuando lo hagas encontrarás algo para tí:

    http://memoriasdesconocidas.blogspot.com/2009/08/viernes-7-febrero.html

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