Bisteck montado
Sé adonde va mi cuerpo
las tardes vivas
después de vivir ficciones
al pasar común y corriente
por las calles cruzadas
en una cangrena
de carros y carnes
Se arrastra adocenado
en un cuarto de pescuezo
medio de costillar
dos de sancochado de pecho
los ingredientes de un
jugoso asado sobre la
cama de otra mujer diferente
en la cena de las nueve
También tiene precio
por peso en balanza
la especulación de
carniceros a gritos
en el camal anónimo
boca arriba veo a mi
comensal sobándose
la boca y alargando
un silencio en pedazos
de un poco de cariño
y un cuidado estricto
de su útero atascado
en una voltereta
de fragor adentrándose
en el hundimiento de la cama
Al amanecer de nuevo
sé adonde irá mi cuerpo
así no me pregunte
a dónde parará
el de la comensal
incógnita muchas veces
una amiga unos días
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