<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d30270598\x26blogName\x3dReminiscencias+de+todav%C3%ADa\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://reminiscenciasdet.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_PE\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://reminiscenciasdet.blogspot.com/\x26vt\x3d5009187038930754104', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Reminiscencias de todavía

Nunca hoy

« Home | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next »

Cosas








Si en tu mente aparece ternura en forma de un ave, la confundes con una de esas nubes grises que no llaman tu atención ni la de nadie. Cuando la sientes dibujándose en tu cara, sueles llevar la mente en blanco. Los días soleados contigo feliz los recuerdas con algunas fotos. Así haya horas largas de ellos en ti, en solo unos segundos, quisieras plasmarlos como solías hacer incluso cuando estaban más cerca. Por mi lado, las cosas parecen surgir con menos oportunidades para que pueda atraparlas en mí. Tú ya ni siquiera piensas que pudiesen ser atrapadas. De niña, debes haber ido tras ellas con las manos abiertas a cazarlas como si fueran los insectos que pocas chicas se animaban a atrapar. Yo solo he imaginado verte hacerlo cuando fuiste más grande, luego de que las oyese de tu voz imaginada. Entonces las decías acariciándolas de lleno, una por una. Jamás había soñado que alguien pudiese en carne propia atrapar arena, agua y fuego, añadirles muchas sensaciones, además del dolor y la intrascendencia, que normalmente son producidas en quienes yo tan solo durante unos años había visto experimentar. Sin embargo, lo más increíble fue ver que todas ellas las atrapabas para mí. Al entregarme lo que tus manos habían guardado y tu mente había tornado en vida, probaste que también podías hacer de lo inefable lo más agradable, a cambio de las cosas que por primera vez daba a alguien. Ambos aprendimos a hablar en silencio todas estas cosas invisibles, no solo verlas y utilizarlas como en cambio ahora hacemos. Nada mal si no fuera porque algún día volveremos sobre caminos distantes, a sabernos en la posibilidad de entregar cosas distintas, de las que una sola persona pudiera recibir sin confundir una cosa con cualquier cosa. Valdrá no confundirnos si a nuestro turno no nos reconozcamos el uno al otro en ninguna persona más que quien está ahora mismo entregándonos una cosa que emocionados leemos ahora.




  1. Anonymous Anónimo | 3:14 a. m. |  

    no hay emoción en medio del peor de los abandonos


    no lo digo sobre mí, claro

leave a response

Powered By

Powered By BloggerCreative Commons License