Caída del cielo
unos días
empieza a subir al cielo
yendo más allá de sus cuclillas
suavemente rodeando
nubes apenas gaseosas
se poza cambiando
las temporadas
barajando los dedos
por su minifalda
e intentando alcanzar
el infierno imposible
por donde el aire acaba
asoma la vista
entre enigma e infancia
diciéndome plegarias
para que este día
no le adorne nada
que no sean sus cantos
de inconsciente y fregada
por encima del mundo
llega a dejarse llevar
por auroras boreales,
insensibles pecados,
vuelos sin alas,
alquitrán diluido
en narices tocándose
los aromas más tersos,
acabados en nuestras tientas,
sobre el corte más profundo,
mi fin entre ella,
fría por dentro
me tantea venas
haciéndome traslucir
la oscuridad más densa
y entonces
suelta mis manos
cayendo por
un año excepto
tres meses
sin más
cielo que
una baja niebla
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