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Reminiscencias de todavía

Nunca hoy

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Lazy




Lazy no sabe decir lo que no sucede. Tampoco ladra ni es fiel. Ella diría que tiene dos piernas, que perdió las patas por tocar muy tras sus uñas. De manera que terminó deformándoselas en cinco dedos. No tuvo ningún cáncer de que hablar pero no impidió su caída de pelo. Los pocos se escondieron en su cabeza, antes que otros crecieran confusos entre sus piernas, las que se alargaron deformes a las de su especie, oblicuas, avellanas y libres, síntomas peores que epidemias y sarnas. Sobre la antigua mata de pelos, ahora desnuda, dos tumores asomaron, mostrando en las puntas dos costras raras, suaves y firmes. Cambiar así le llevo a mirar por primera vez una altura por encima de un metro, el mundo plano que siempre vio redondo. Por donde ella se descuartizaba en dos, su cuerpo se estrechó engañando a las líneas rectas, abandonándolas a su suerte de directas y desabridas. Y al final de ella, la cola que traía fue desapareciendo tras los pelos cayendo, recortándola exuberante y rijosa en un redondo capullo rosáceo, aún cerrado y terso. Por la mañana se enfermó así. A sabiendas de que no dice lo que no sucede, al contrario de mí, me indicó marcharme y dejar dinero sobre el velador. Lo único que en la cadena de la evolución hasta hoy no le cambia.



  1. Anonymous Anónimo | 10:00 p. m. |  

    Con o sin evolución, o con o sin cadenas, con o sin dinero en el velador...
    te leo aún en silencio.

  2. Blogger Jol | 10:44 p. m. |  

    Vale. A Lazy no le gusta leer.

  3. Blogger Soler | 4:16 p. m. |  

    Si "lazy" existiera, conozco alguien al que se le parece mucho...

  4. Blogger Jol | 5:25 p. m. |  

    Sobre todo, si se saben la tasa de cambio a dólares. Los negocios de esta especie, todavía no han visto común hacer transacciones en euros. Incluso así, urge hacer valijas e ir a comprobar lares europeos, también asiáticos. No hemos hablado de los yenes. Sobre los trueques, la situación es más generalizada. Todavía en varias partes del mundo la gente suele contraer nupcias, convivir o comprometerse por medio de algún tipo de trueque.

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