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Reminiscencias de todavía

Nunca hoy

Llama




el aliento nos quema las bocas
cuando uno es entre los dos
nos tentamos descubriendo
nuestros gustos
en las yemas de los dedos
tanteando el olvido
las promesas de volvernos a ver
revueltos en sudor
atraídos a la hondura
de las bocas
la finitud del deseo
disputamos el oxígeno
antes de incinerarnos
y desaparecer
dejando tras nosotros
la oscuridad para todos



Moho




siento
esta época
del año

me cunde
los pies
de un lado
a otro

refleja
mi invisibilidad
a todos,
esa de la que no sé
nada y siento todo

me convierto
en su marioneta
y el azufre
helado
me derrite
las cuerdas

voy sin paladar
comiéndole
las manos
mascando
su grupa
escupiéndole
con hiel
la deformación
de sus ostiones

le dibujo
un arco iris
intentando
obtener todos
los colores
con su sudor
piel, entrañas
y sangre

Como de ninguna
el cielo
de esta época
del año,
la vieran,
luce moribunda
plomiza
cochina
oliente a mierda

así, mi ciudad
a donde todos vayamos;
de otro modo
la silla
y la cuerda
esperan

Pobrecitas...



Insensaciones





Si gritaras, como acostumbras,
irías pintándote de algún
color dejando
de ser invisible

Si hablaras comenzarías
a enseñarme la brevedad
del aire comparada
a cualquier cosa,
incluso la eternidad

Mirarme tú al rostro
me haría desconocido
para mí en el
reflejo de tus ojos

Decir mi nombre
bajo estas condiciones
sería escuchar de ti
todos los nombres

Y volver a tocarte
me haría sentir arena
yéndose entre mis dedos
como el tiempo
que llevo sin hacerlo

Puedo aceptar
un momento
más sin verte,
pero no uno
menos sintiendo
tu ausencia merodear
la puerta




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