Cae
y se deslétrea
en un carro
de esos en las lunas.
Casi me atropella.
Otra voy
en avión
adonde el trabajo,
tres cuadras de mi casa
también hay de quien
se oye y
ahí yo quede
para así aprender
a no oírte
sordo y mudo
que así te llamen
y así tus letras
la belleza de tu risa
que huelen así
y entonces cae
desconocerte tanto
sin caerme
y ya así
felizmente
ni recoges
esto que siempre
va al llamarte.
leave a response